Elecciones 2023 | Juan Schiaretti apuesta a nacionalizar el “cordobesismo” y a tener más fuerza en el Congreso
CÓRDOBA.- El cordobés Juan Schiaretti confía en hacer este domingo -aun en el medio de un escenario de tercios- una mejor elección que en las PASO, cuando logró 3,71% de los votos. Dice estar ...
CÓRDOBA.- El cordobés Juan Schiaretti confía en hacer este domingo -aun en el medio de un escenario de tercios- una mejor elección que en las PASO, cuando logró 3,71% de los votos. Dice estar satisfecho y “tranquilo” con lo realizado. No se despegó, a lo largo de la campaña, del “cordobesismo”; lo usó como sello para apuntar al concepto más amplio de la necesidad de una Argentina “más federal”. Su compañero de fórmula es Florencio Randazzo, “también del interior, de Chivilcoy”, como subrayan. La apuesta es a tener entre tres y cuatro diputados en un Congreso donde no habrá mayorías absolutas.
Solo desde mediados de este año, cuando finalmente confirmó su candidatura, Schiaretti empezó a salir de Córdoba. Hasta entonces siempre priorizó Córdoba, con la excepción de fines de 2018 cuando fue parte del grupo de Alternativa Federal que integraron también Miguel Pichetto, Sergio Massa, Juan Manuel Urtubey y Roberto Lavagna. Aun entonces dejó en claro que no sería candidato a nivel nacional porque acababa de ser electo en su provincia.
Esa iniciativa no fraguó; Pichetto desertó para irse con Mauricio Macri y Massa hizo lo mismo para unirse al kirchnerismo. En el arranque de la gestión de Alberto Fernández, Schiaretti creyó que sería posible armar un grupo de gobernadores con peso específico para negociar con la Nación y que, a la vez, fuera la “semilla” de un movimiento peronista no kirchnerista. La pandemia y la crisis económica mancó esa posibilidad y ningún mandatario sacó abiertamente los pies del plato.
Ya candidato -oficializó su postulación en mayo- coqueteó con la posibilidad de participar en una PASO ampliada de Juntos por el Cambio (JxC), idea que compartió con el después derrotado Horacio Rodríguez Larreta. Todavía sigue convencido de que la Argentina requiere, para salir de la crisis, un gobierno de un “frente de frentes”, de sectores políticos que compartan diez puntos básicos sobre lo que hay que hacer.
Desde las PASO, profundizó sus críticas al kirchnerismo y apuntó cada vez más vigorosamente a Massa (con quien tiene diferencias previas) como responsable de los desmanejos macroeconómicos. A Patricia Bullrich -quien llegó a sugerirle que se bajara de la carrera- la pegó al “fracaso” del macrismo y sobre Javier Milei repitió que sus propuestas no están en marcha “en ningún lugar del mundo”.
Los tres apuestan a llevarse votos del cordobés y ya hace unas semanas que especulan con si apoyará a algunos de los candidatos en caso de balotaje. Un “país normal” es la síntesis de su propuesta que hace base en lo logrado en Córdoba a partir de “gestión”. La campaña le permitió mostrar ese “modelo” al país y empezar a posicionar a su sucesor, Martín Llaryora, otro cultor del “cordobesismo”.
Esa idea la empezó a tejer José Manuel de la Sota, exgobernador y socio político de Schiaretti, pero su muerte le impidió terminar de concretarla. En la última elección provincial, el peronismo cordobés sumó a dirigentes del PRO y de la UCR como candidatos y empezó a consolidar el concepto que durante la campaña Schiaretti enarboló, sumándole “disciplina fiscal, políticas productivas y respeto por las instituciones”.